EL EPILA, PRACTICANDO UN JUEGO DE BLOQUE, VUELVE A DISOLVER EN LA HUERTA LAS INSEGURIDADES QUE TRASMITE FUERA DE SU FEUDO, CON UNA CLARA E IMPORTANTE VICTORIA FRENTE AL CUARTE.

Épila 3 Cuarte 1

EL EPILA, PRACTICANDO UN JUEGO DE BLOQUE, VUELVE A DISOLVER EN LA HUERTA LAS INSEGURIDADES QUE TRASMITE FUERA DE SU FEUDO, CON UNA CLARA E IMPORTANTE VICTORIA FRENTE AL CUARTE.

Fernando Rosel Lana

Encuentro entre rivales directos el celebrado en La Huerta epilense entre el Épila, 11º en la tabla con 10 puntos, y el Cuarte 17º, ocupando puestos de descenso con 5 puntos.

Los epilenses volvían a presentarse en su feudo, tras su ajustada derrota ante el Sabiñánigo la jornada anterior, en un encuentro extravagante, en el que pudieron haber sufrido tanto una abultada goleada, como también haberse traído algo del campo de juego sabiñanense.

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El Cuarte, por su parte, afrontaba su compromiso con nada menos que con cinco derrotas consecutivas en su haber y, tras ser vapuleado con una fuerte derrota en su feudo por el Almudevar, llegaba al campo epilense con la imperiosa necesidad de puntuar, para comenzar así su salida de esta nefasta dinámica de resultados en la que se encuentra, que lo ha conducido hasta los puestos de descenso.

Ambos conjuntos, pues, acudían a este encuentro, con la responsabilidad de sumar los tres puntos. Los locales para no abandonar la zona tranquila de la clasificación, y recobrar algo de la confianza perdida jugando como visitantes, y los cuartanos para despertar del momento comatoso en el que se encuentran, en estos momentos de la competición.

El encuentro se celebró con una buena temperatura, en un estado del terreno de juego en buenas condiciones, y con la asistencia notable de público que, con fidelidad semanal acude a arropar a su equipo.
La siempre tan necesaria como difícil y respetable labor arbitral, fue llevada a cabo esta vez por el colegiado Sr. García Fernández, que estuvo regular al consentir demasiadas veces el juego duro, ejercido por algunos jugadores cuartanos a la hora de frenar a los jugadores más incisivos del Épila, especialmente al Galgo Dani, aunque hay que señalar que, no obstante, estuvo muy bien auxiliado en las bandas por los Srs. Zueras Lavilla y Roldán Clemente.

El técnico epilense apostó de salida por una táctica de bloque más que posicional, sin claro delantero centro nato, arrancando desde atrás para recorrer los espacios ofensivamente a la manera de “falange helénica”, que tantos triunfos le diera al gran Alejandro Magno, flanqueada especialmente en uno de sus lados por una punta mortífera llamada el Galgo Dani, que le dio un buen resultado de cara al resultado final del encuentro.

Por su parte, el Cuarte jugó una estrategia más clásica, con jugadores más en posición, utilizando básicamente a Cardo como generador de juego creativo y a Sanz como hombre de punta clásico, que dejaron manifiesto sobre la Huerta ser ambos jugadores de calidad, llevando peligro permanentemente al área epilense.

Sin embargo, el Épila funcionó como una auténtica “máquina de guerra” sin apenas fisuras, practicando un fútbol de apoyo total, defendiendo y atacando al unísono, replegándose y desplegándose con mucha eficacia.

En la primera mitad, el Épila fue el que más sensación de peligro dio de cara al gol durante casi todo el periodo, y ya en el minuto-2 se produce un auténtico jugadón del Épila, como resultado de la combinación del Galgo Dani con Excelencias Vicente, y este cambiando a banda contraria, encontrando a un Gladiator Valdés, que estuvo muy intenso durante todo el partido, cabecea a portería, obligando al meta cuartano Arbe a realizar una buena intervención, para salvar el gol cuando se colaba rozando el larguero.

En el minuto-13, Excelencias Vicente se encuentra de nuevo con un balón en el área nuclear del Cuarte, pero le pega de mordida al balón, y la ocasión de marcar se pierde.

En el-23, otra buena jugada del Épila por banda, acaba de nuevo en el núcleo del área del Cuarte, y Arbe tiene que intervenir de nuevo muy acertadamente para desactivar el peligro de gol.

En el minuto-27, de nuevo jugadón del Galgo Dani que “llevó de cabeza” a toda la defensa cuartana durante todo el partido, consigue ajustado a la cal de la línea de fondo un pase hacia el Niño Usón que venía acompañando el ataque de toda la “falange helénica” epilense, y solo tiene que empujar el balón a las redes del Cuarte, consiguiendo el primer gol del Épila y poniendo el uno a cero en el marcador.

En el minuto-30, el Cuarte empuja fuerte hacia arriba y en una peligrosa embestida pone en apuros a la zaga epilense, teniendo una clara ocasión de marcar, pero al final los locales resuelven la situación.

En el-40, en otra embestida de la maquinaria epilense, Gladiator Valdés combina con el Galgo Dani, el balón se envenena camino de la portería del Cuarte, y apenas rozando el balón Velocirreptor Villalba hace que el balón haga un efecto extraño que el portero cuartano Arbe no puede controlar, introduciéndose en la portería, y haciendo el segundo para el Épila.

Solo tres minutos más tarde, de nuevo el incombustible e insaciable Galgo Dani, está a punto de marcar el tercero, cayendo en el área pequeña lesionado en su rodilla, temiéndose lo peor, aunque la cosa acabó sol en susto y pudo reincorporarse de nuevo al terreno de juego.

Justo en el minuto final de la primera parte, el Cuarte tras botar un saque de esquina, obtendría un gol psicológico por mediación de Cardo, al cabecear libre de marca el balón a la red epilense.

En la segunda mitad, el Cuarte intensificó más su presencia en el campo pero las llegadas con verdadero peligro siguieron siendo de color epilense. Así ya en el minuto-2, tras una buena combinación de fortalezas Lahoz con Excelencias Vicente, y este con Gladiator Valdés, el balón acaba cabeceado por este último, saliendo por encima del larguero.

De nuevo en el minuto-4, el omnipresente Galgo Dani combina con Gladiator Valdés, que también rozó la omnipresencia durante todo el encuentro, y parando el balón y quedándole tiempo hasta para “resolver una ecuación algebráica”, dispara a portería pero “encuentra al muñeco” y los aficionados de La huerta se aguantan para no cantar el gol.

El encuentro se equilibra en dominio a la vez que se incrementa la intensidad en sus dos contendientes, y en el minuto-17, el técnico epilense decide dar descanso a un Galgo extenuado y golpeado lo indecible, y dando salida a AdrianMaster lo coloca en la clásica posición de delantero centro. Y un poco más tarde, cambia potro de calidad por potro de calidad en el centro del campo, dando descanso a Fortalezas Lahoz y entrada de refresco a Rubén LionHeart.

Faltando menos de veinte minutos para el final, el técnico epilense da entrada a otro de los “potros” epilenses que se había quedado en la banqueta, y así La Roca Berges sustituye la salida del Dandy Esqués, saliendo con la bravura de un miura, fortaleciendo la línea defensiva en sus minutos finales, y quedándole arrestos para cubrir espacios con una generosidad de esfuerzo sin igual.

En el minuto-35, estando el partido en un escenario totalmente intenso y abierto, el jugador del Épila Velocirreptor Villalba consigue un balón a la espalda de la defensa cuartana, que se había adelantado en busca del empate, y entrando en carrera se planta con ventaja respecto del defensa rival, pero le sobran dos metros de terreno y llega ya muy justo para definir lo que hubiera podido ser el gol de la tranquilidad, no pudiendo matar el partido.

Habría que esperar al minuto-40, para que como consecuencia de una jugada a balón parado, el incansable Gladiator Valdés de nuevo, prolongara un balón de cabeza y allí, subiendo desde “el cono Sur”, el miura, el bravo jugador del Épila la Roca Berges, consigue llevar el balón al fondo de la red del Cuarte, haciendo el tres a uno definitivo para el Épila y llevando la tranquilidad a los aficionados.

A partir de aquí, se entró ya en el epílogo del partido, que lejos de ser “minutos basura”, siguieron siendo intensos, porque el Cuarte lejos de bajar los brazos, siguió con coraje y calidad hasta el mismísimo pitido arbitral final, dando al encuentro casi todos los ingredientes de un buen partido de fútbol.

De esta manera, el Épila adquiere una victoria importantísima ante un rival directo, y pone de manifiesto que en su feudo de La Huerta es un equipo muy difícil de doblegar.

Sólo queda felicitar a todos los jugadores y técnicos por esta importante victoria y por la actitud mostrada a lo largo de todo el encuentro, quedándole pendiente, el encontrar el esquema y actitud de juego adecuados, que le permita afrontar con la misma seguridad y entereza que lo hace en La Huerta, los partidos que le toca jugar como visitante.

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