San Gregorio Arrabal (SGA) 1 Épila 3
Fernando Rosel/directivo del C.F. Épila
Se trataba del encuentro entre dos equipos que se vieron obligados a parar la competición la jornada anterior, y que en ésta estaban obligados a ganar por razones diametralmente distintas.
Los zaragozanos del San Gregorio Arrabal (en adelante SGA), penúltimos en la tabla con 10 puntos, necesitan ya con casi carácter de urgencia, sumar tres puntos para salir del “profundo pozo” clasificatorio en el que se encuentran. Mientras que los epilenses, por su parte, segundos con 49 puntos y un partido menos, no podían permitirse tampoco otra cosa que no fuera la victoria, si no querían verse perjudicados por posibles recortes en la puntuación por parte de sus rivales más directos, que da el derecho a no perder las posiciones de ascenso, de las que durante tantas jornadas viene disfrutando.
El hecho de que el equipo local figurando como penúltimo y más goleado, recibiera al Épila como segundo clasificado y menos goleado de la tabla, parecía indicar que se trataba de un partido que podemos clasificar de encuentro entre “equipos antípodas” de la clasificación, presentando “a priori” un claro interés tanto por arriba como por debajo de la tabla, al ponerse en “escena futbolística” lo que podríamos denominar como el desesperado intento, una jornada más, del SGA por sacar adelante su partido y seguir remando de cara a la salvación, y el empecinamiento también una jornada más, del Épila de no estar dispuesto a renunciar a las credenciales, que durante tantas jornadas viene acreditando, respecto de los puestos de ascenso.
El partido se jugó en jornada matinal bastante desapacible en algunos momentos, con temperatura más bien fría y con algo de viento, que en determinadas fases del encuentro si bien no dificultó gravemente la realización del juego, sí que dificultó la vistosidad del mismo. La superficie de juego de césped artificial, presentaba un buen estado, y la asistencia de público fue más bien floja, en la que estuvo incluido el acompañamiento de un grupo aceptable de seguidores epilenses incondicionales.
El equipo arbitral encabezado por el colegiado Sr. Dueso Guerrero, estuvo regular, permitiendo en exceso el juego duro en algunos lances del partido por parte de algunos jugadores del SGA, en los que quizás debió de cambiar el color de la cartulina que mostró. Además aunque el SGA practicó con bastante acierto la estrategia del fuera de juego, hubo alguna ocasión en donde se cortó inadecuadamente jugada de gol a los delanteros epilenses, al interpretar mal auxiliado por su auxiliar de banda, posición inadecuada del delantero epilense en ataque.
Los primeros minutos de la primera parte, se comenzó sin dueño claro del partido, y es a partir aproximadamente del minuto-10 cuando el Épila comenzó a incrementar sus llegadas al área del SGA, destacando la primera jugada de peligro en un saque de esquina botado por El Sombras Sidy que el Duende Canario, que se entregó durante mucho tiempo en un juego sacrificado sin balón, logra conectar un buen cabezazo que es anulado por fuera de juego.
Tras esta jugada de cierto peligro, se dio entrada a una fase del encuentro, donde se vivió un dominio alterno, pero nada inquietante por parte de ambos equipos. Fueron unos minutos espesos con poca lucidez, ninguna eficacia de cara al gol, y en donde el viento se erigió en protagonista dificultando la precisión en los pases y el control en el juego.
A lo largo de este primer acto, el SGA practicó muy bien el recurso estratégico-táctico del fuera de juego, que le sirvió para secar una y otra vez los continuos intentos del Épila de penetrar en el núcleo del área zaragozana. Siendo este recurso y el buen hacer de su defensa, especialmente el jugador número-6 Lopes Wallid, lo que salvó al SGA de encajar algún posible gol.
En el ecuador de esta primera parte, el Épila intensificó su presión hacia la portería zaragozana, defendida por Jorge Moreno, llegando a botar casi de manera consecutiva tres saques de esquina, en los que se rondó el gol, destacando el minuto-27 en donde el portero del SGA, tras un saque de esquina botado por el Sombras Sidy, mete una mano excelente quitando el balón de la misma cabeza a un delantero epilense en boca de gol.
Como clara manifestación de esos momentos de dominio epilense, en el minuto siguiente, minuto-28, se vuelve a botar otro saque de esquina de nuevo por el Sombras Sidy y Gladiator Valdés, bravo y voluntarioso como siempre, entra a la caza de ese balón con la testa logrando conectar un buen cabezazo entre la nutrida defensa del SGA, pero el balón saldría desviado por muy poco junto a la cepa del poste izquierdo de la portería de Jorge Moreno, malográndose así otra clara ocasión de gol para el Épila.
En el minuto-36, se produce una falta peligrosa cerca del borde del área del SGA, Gladiator Valdés se encargaría de lanzar el golpe franco directo, optando por la colocación del balón muy ajustada a la cepa del poste derecho de Jorge Moreno, en vez de por la potencia en el disparo, pero el balón aunque consigue una excelente su trayectoria, llega muy manso a portería, y es recogido sin problemas no sobresaltos por el portero zaragozano.
La primera parte del encuentro ya no daría para más situaciones relevantes, y los jugadores de ambos equipos se irían al vestuario sin que el marcador, que en este caso podemos calificarlo de luminoso, se moviera.
Una primera parte en la que los de Del Mazo supieron contener bien a un Épila sabedores de su potencial, para evitar que se adelantara pronto en el marcador, presionando bien en el juego y acoplándose también muy bien en defensa, poniendo en práctica con eficacia el recurso del fuera de juego. El Épila, por su parte, generó más inquietud que los locales de cara al gol, en esta primera parte, pero la estrategia y táctica que el SGA puso en el campo, impidió de manera solvente que el Épila pudiera adelantarse en el marcador.
En el segundo acto del encuentro, trascurrió hasta casi el ecuador del mismo, con ligero dominio epilense, pero también con algunos avances intermitentes por parte del SGA, como es el caso sobre todo del minuto-13, donde los zaragozanos consiguen materializar una jugada con cierto peligro, que culmina con un buen cabezazo bien dirigido entre los tres palos del portero epilense el Gato Fabre, que consigue hacerse con el balón.
En el minuto-17, el jugador del Épila AdriánMaster ejecuta una falta directa peligrosa, consiguiendo una trayectoria de balón raseada y potente, pero sin que pueda coger puerta, saliendo fuera por la línea de fondo, al lado del poste derecho de la portería de Jorge Moreno.
A partir de aquí, se intensifica claramente el domino epilense, y el movimiento de fichas en el tablero, llevado a cabo por el técnico del Épila Juan Carlos Remiro, empieza a traducirse en una claro y continuo asedio a la portería del SGA.
En este contexto, en el minuto-21 el jugador del Épila El Portugués Da Costa, combina con CutFull Pierre, quien sumándose desde atrás al ataque, consigue un cambio de balón a banda contraria, raso y peligroso que encuentra a Gladiator Valdés con la suficiente hambruna de gol, como para engatillar la entrega e introducirla en las mallas del SGA, haciendo el cero a uno para los epilenses.
Tan solo tres minutos más tarde, en el minuto-24, la sombra VanBasteniana haría su aparición en el campo de la Azucarera, en la figura del jugador del Épila AdriánMaster, que con un poderío y señorío espectaculares, controla un balón en posición de clásico delantero en punta, y ejecuta una vaselina de escándalo, que deja al portero del SGA Jorge Moreno clavado, y al público ojiplático, consiguiendo un gol de una calidad técnica difícil de mejorar, que suponía el cero a dos para su equipo.
En el minuto-34, es el SGA quien en un acercamiento al área epilense consigue enviar un balón entre los tres palos de la portería defendida por el Gato Fabre, quien se queda corto en el despeje y el jugador del SGA Álvarez consigue de cabeza acortar distancia en el marcador, haciendo el uno a dos.
A partir de aquí el encuentro se volvió algo tosco en las entradas a las continuas insistencias de los jugadores epilenses que se fueron en busca del gol de la tranquilidad, siendo los jugadores epilenses el Galgo Dani y Excelsus Vicente quienes intentaron varias veces traspasar el muro del SGA, recibiendo sus correspondientes tarascadas, algunas de ellas de intensidad considerable, que aunque recibieron su correspondiente sanción arbitral, fueron propias incluso de mayor sanción, y por supuesto de un mayor énfasis en el apercibimiento verbal.
A dos minutos del final del partido, en el minuto-43, el jugador epilense el Galgo Dani que estuvo siempre como es su característica habitual, muy combativo, muy molestón e incisivo respecto de la defensa zaragozana, tras habérsele anulado ya previamente algún gol por fuera de juego según indicación del línea, consiguió su merecido premio tras aprovechar un balón suelto del portero Jorge Moreno y materializar el uno a tres para el Épila.
A estas alturas del encuentro, el dominio del Épila fue en aumento, produciéndose ocasiones para poder haber ampliado el marcador a su favor. Pero el resultado ya no se movería, llegándose al final del encuentro con el uno a tres.
Tras este encuentro, el Épila consigue la victoria frente al SGA zaragozano, en un partido donde se dieron cita la fuerza de querer continuar arriba, con su fuerza antípoda de querer salir de abajo, permitiéndole seguir encaramado a los puestos de ascenso, habiendo incluso aumentado su distancia respecto del tercer clasificado, tras los resultados habidos en los otros emparejamientos, y estando a la espera de conseguir de nuevo la primera plaza, si consigue sacar adelante su partido aplazado.
Mientras que El San Gregorio Arrabal (SGA), tras su derrota pasa a ocupar la última plaza de la clasificación, dejándole muy difícil el intento de salir de los puestos de descenso.
Es obligado felicitar una vez más, la actuación de los técnicos y de todos los jugadores del Épila, por todo lo hecho y puesto en el campo en este encuentro, animándoles a seguir en este apasionante reto de mantenerse partido a partido en lo más alto de la clasificación.
A parte de alguna jugada aislada que, afortunadamente, fue la excepción y no la regla, en donde se puso de manifiesto un juego demasiado brusco, rozando la violencia, igualmente nos merece también nuestra felicitación el SGA por saber contener muy bien toda la primera parte, a un Épila situado en las antípodas de la clasificación con respecto al equipo zaragozano, entregándose con compromiso y coraje hasta el pitido final, virtudes que son siempre dignas de reseñar en cualquier equipo, deseándoles que al final de temporada tengan al menos la misma suerte a la hora de obtener sus objetivos, que el resto de sus rivales directos.