Épila 0 Cella 1
Fernando Rosel/directivo del C.F. Épila
El Épila, con “los espolones recortados”, como “gallo destronado” del liderato, tras su última derrota en Mallén, recibía en La Huerta a un Cella arrítmico y poco previsible en cuanto a sus resultados, y por lo tanto peligroso, con la tarea de reparar lo antes posible “la avería mallenera”, para no dar lugar al despertar de las ilusiones lógicas en los que equipos que van “a su caza y captura”, tratando al mismo tiempo de devolver la ilusión de sus incondicionales.
El Cella, por su parte, acudía a La Huerta tras haber goleado la jornada anterior a su rival de turno, con la arritmia de resultados amortiguada y, por lo tanto, con la motivación refrescada de cara a poder seguir escalando puestos en la clasificación.
El partido se jugó en una superficie de césped natural en un buen estado invitando a la práctica del fútbol, con temperatura agradable y con una buena asistencia de público.
La labor arbitral, fue llevada a cabo por el Sr Tejedor Lacambra, como colegiado principal, auxiliado en las bandas por los Srs. Vezeteu Campián y Golu Campo, que en general estuvo bien sin influencia en el resultado, aunque quizás la actuación de sus auxiliares de banda no fue acertada, teniendo demasiado activado el “gatillo elevador” del banderín, a la hora de señalar posiciones de fuera de juego bastante discutibles.
En relación al primer periodo del encuentro hay que señalar que ninguno de los dos contendientes terminó de romper de manera clara la igualdad en el terreno de juego, si bien es verdad que fue el Épila quien gozó de mayor número de ocasiones, siendo las secuencias más relevantes de esta primera mitad del encuentro, las siguientes:
En el minuto-2, el jugador del Épila El Mono Esteban, lleva a cabo un forzado y ajustado mano a mano con el portero del Cella Catatán, que hace que el balón salga mordido a córner, que una vez lanzado, acabaría sin consecuencias en el marcador.
En el minto-7, es el Cella quien consigue una jugada individual con llegada en profundidad al área del Épila, que se resuelve con potente tiro que acaba con el balón muy desviado de la portería defendida por el Gato Fabre.
En el minuto-8, se produjo la jugada más ofensiva, intensa y con pegada del Épila de cara al gol, cuando el Mono Esteban consigue enlazar con Excelsus Vicente, quien ejecuta un tiro raso y con peligro, que no encuentra portería por muy poco saliendo muy ajustado a la cepa del poste izquierdo de la portería de Catalán.
A partir del minuto 20, el Épila llegaría en varias ocasiones al área turolense, pero sus incursiones resultaron siempre muy tímidas, inocuas e inofensivas de cara al gol, acabando este primer periodo sin más historia que reseñar, con el cerocerismo inicial
En el segundo acto del encuentro, el Épila subió algo su intensidad en sus inicios, y ya en el minuto-6 se lleva a cabo un ataque en tromba, que acaba siendo anulado por situación de fuera de juego, situación que se repetiría varias veces en estos primeros minutos de esta segunda mitad, cortando `posibilidades claras de gol.
En el minuto-11, es el Cella quien consigue llevar el peligro a la portería epilense, resolviendo bien el Gato Fabre.
En el minuto-19, es de nuevo el Cella quien volvería crear peligro en la portería epilense, tras producirse una peligrosa pérdida de balón en el centro del campo, teniendo que resolver la situación el Gato Fabre con una buena intervención.
En el minuto-23, el jugador del Épila AdriánMaster consigue una buena combinación con el Mono Esteban, quien escorado a la derecha de la portería del Cella, obliga a Catalán a realizar una buena intervención tras realizar un centro-chut, que podía haber terminado en un peligroso pase de la muerte, buscando un rematador a gol.
A veinte minutos del final, el Cella se quedó con diez jugadores en el campo por expulsión por doble amarilla de su jugador Argiles, pero lejos de descomponerse, el equipo turolense se posicionó de manera excelente en el campo, y pasó a realizar unos minutos de buen juego, tocando muy bien el balón desde todas las posiciones del campo, y llevando a cabo aproximaciones peligrosas al área epilense.
En el minuto-33, el Épila pierde un balón en centro del campo y en dos toques llega el balón al jugador del Cella Navarro, quien con un potente tiro desde fuera del área encuentra portería y algo adelantado al portero epilense el Gato Fabre, y sin que pueda rectificar bien su posición, el balón entra ajustado al larguero haciendo el cero a uno para su equipo.
Los últimos minutos del partido, el Épila siguió intentando al menos igualar el marcador, pero su ataque adoleció de la intensidad, velocidad y precisión adecuadas para conseguirlo, y el partido concluyó con el resultado de cero a uno, que hacía que los tres puntos se fueran para tierras turolenses.
Con este resultado el Épila encadena dos derrotas consecutivas y deja cierto tufo de desencanto y preocupación en La Huerta, aunque a pesar de ello sigue manteniendo su puesto y todavía cierto “colchón” de puntos, para conseguir mantener las posiciones de ascenso.
Aunque hay que decir que el Épila jugó mermado por las bajas, es justo decir que en estos dos últimos encuentros se observa una cierta bajada de intensidad en sus jugadores, debida quizás a su clara ventaja en la clasificación con respecto al tercer puesto, y que habrá que solventar lo antes posible, para evitar que cristalice una dinámica de resultados adversos, que pudieran comprometer su excelente trayectoria mantenida a lo largo de toda la temporada.
Por su parte, el Cella merece ser felicitado por su excelente resultado en La Huerta epilense, y por haber puesto de manifiesto su buen nivel de juego que, por otra parte, siempre fue una de sus características, recuperando posiciones en la tabla como resultado de la buena dinámica mostrada en las últimas jornadas y que, a buen seguro, dado lo visto en La Huerta, tiene visos de que pueda continuar así en lo que queda de temporada.