El fantasma del “minuto de los dos goles”, hace su aparición en el último minuto del partido, cambiando el triunfo de los locales a manos de los visitantes, y dejando sin aliento a La Huerta.

Épila 2 Gallur 3

Fernando Rosel

Fernando Rosel/directivo del C.F. Épila

 

 

 

 

 

 

El Épila afrontaba este encuentro con bajas importantes como líder con (12, +6), habiendo hecho un pleno de cuatro victorias sobre cuatro partidos, frente a los galluranos situados en el puesto 13º con (4, -2).

El encuentro se celebró sobre el césped natural de “La Huerta”, con un buen estado del terreno de juego, temperatura muy agradable y con una buena entrada, valorando la actuación arbitral como regular, con algunas deficiencias y claros desacuerdos en momentos concretos entre el árbitro principal y sus auxiliares.

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En lo concerniente al primer acto del encuentro, los “fotogramas” más relevantes fueron a nuestro entender los siguientes:
-En el minuto 9 se ponen de manifiesto las primeras aproximaciones peligrosas por parte de los locales, entrando en combinación El Sombras Sidy, el Mono Esteban, El duende Canario y el Galgo Dani, pero sin influencia en el marcador.
-En el 13 el Galgo Dani encuentra balón en el área, pero el portero Jorge tapona bien la incursión, además de ser anulada por el árbitro por entender posición de fuera de juego.

-En el 14 se produce una falta en el lateral izquierdo del Épila, se lanza el libre directo por el delantero gallurano Cuartero colocando el balón de manera magistral en la cepa del palo izquierdo de la portería defendida por el Gato Fabre, que lo sorprende al palo corto y, al intentar detenerlo da la impresión de “llegar un poco tarde a coger el autobús”, se le escapa y entra en la portería epilense, haciendo el cero a uno para su equipo.

El Épila no había encajado primero gol en lo que va de temporada siempre marcando primero él a su rival, y parecía ser un mal augurio.
A raíz de este gol, el Gallur se crece y por unos minutos, anula el dominio de juego que hasta ese momento había sido del Épila.
Y así como se suele decir en el fútbol, el que menos te piensas te sale sastre y te corta un traje.
-En el 21 el Duende Canario, tira dentro del área en una buena oportunidad, pero el portero gallurano Jorge saca in extremis con la pierna, salvando el gol del empate, y Gladiator Valdés lo intenta en segunda jugada por alto, pero de nuevo el portero gallurano, aunque con ciertos apuros, desbarata la jugada de ataque epilense.
En estos minutos, el Épila tenía el control del partido llegando a la portería del Gallur, pero sin traducirse en gol al resolver su portero Jorge todos los intentos epilenses.
-En el 30, la Ardilla Diloy viendo adelantado al portero gallurano, lo intenta desde lejos, intentando sorprenderlo pero sin conseguirlo, al salir el balón por encima de la portería de Jorge.
-En el 35 Gladiator Valdés penetra con coraje y decisión en el área gallurana, pero es bien taponado por la defensa visitante, y aunque fuerza una segunda jugada, el portero gallurano vuelve a resolver bien.
-En el 40, se produce una gran melé en el área gallurana ante una de las embestidas epilenses, pero ninguno de los delanteros epilenses acierta a meter el balón en la portería visitante y, tras una “interminable” sucesión de rechaces, el balón decide no entrar en la portería de Jorge.

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En el segundo acto, el Épila salió decidido a controlar el partido y a darle la vuelta al resultado en contra con el que acabó la primera parte. Para ello, Remiro hace cambios estratégico-tácticos coherentes, metiendo más potencial de ataque cambiando pieza defensiva por pieza atacante saliendo al campo AdrianMaster en posición claramente ofensiva, además de verse obligado a cambiar también su lateral derecho CutFull Pierre por lesión, saliendo en su lugar también en la demarcación de lateral derecho VallejínCelaya que cumplió bien los minutos que estuvo en el campo.
El cambio estratégico táctico le da pronto fruto a Remiro, porque en el minuto 5 AdriánMaster engancha un balón dentro del área y, en posición de chilena, consigue un bonito gol, haciendo el empate a uno para el Épila, enviando el balón al palo largo e introduciéndolo ajustado a la cepa del poste derecho de la portería gallurana por el palo largo.
El Épila se crece en estos momentos haciendo “sufrir” al Gallur y, tres minutos más tarde, en el minuto-8, el Mono Esteban encara verticalmente y con decisión hacia el portero gallurano y cuando está a punto de disparar con evidente peligro de gol, un defensa gallurano le roba el balón prácticamente con la punta de la bota en una actuación in extremis muy eficaz para su equipo.
En pleno dominio epilense, y justo a continuación se bota un saque de esquina, el Duende bien situado en el área gallurana prolonga de cabeza muy astutamente el balón hacia atrás, donde DieguenBauer logra conectar el balón hacia la portería gallurana, pero el cuero se encapricha del larguero impidiendo la madera que el gol suba al marcador, cuando Jorge estaba batido.
En el 10, justo dos minutos después, el Duende combina bien con AdriánMaster, que desde su salida constituyó un peligro permanente en el área visitante, y conecta un fuerte tiro que sale fuera de portería, “metiendo miedo en el cuerpo del rival”.
La insistencia y la fe de cara al gol de los jugadores del Épila era constante en esta fase del partido, defendiéndose muy bien el Gallur, y fruto de esa insistencia en el minuto 22, el incansable Galgo consigue un balón a la espalda de la defensa, encara el mano a mano con el portero gallurano y lo bate por bajo en su salida, haciendo el dos a uno para el Épila, con la consiguiente alegría de sus incondicionales.

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A partir de aquí el Épila lo siguió intentando, sin que el Gallur “tirara la toalla” en ningún momento, aguantando muy ben esta fase de sufrimiento del partido y reponiéndose sin abandonar su idea de luchar por llevarse el partido.
Y así las cosas, en el último cuarto de hora del partido se empieza a fraguar lo que acabaría siendo la triste y amarga derrota del Épila.
En esta última fase, ante la incertidumbre del partido el técnico epilense lleva a cabo una serie de movimientos tácticos con la estrategia de afianzar el resultado y llegar al final del encuentro con el sufrido y deseado triunfo.
En este sentido, Remiro tira de la versatilidad de AdriánMaster y lo baja al centro de la defensa, para reforzar el muro epilense,
Cambia al Mono Esteban por el Portugués Da Costa, y un poco más tarde cambia al Duende Canario por Verticales Popi.
Como resultado de estos cambios, y estando prácticamente fundido el Galgo Dani que se había dejado todo en el campo hasta llegar a la extenuación, el ataque epilense perdió todo su potencial y los galluranos empezaron a respirar mejor y a crecerse en el campo.
Los cambios de última hora no lograron en ningún momento coger la temperatura adecuada para meterse en lo que requería el tiempo en el que se encontraba el partido en esos momentos.
Sin mordiente arriba, y con rotos en el centro del campo, apareció el verdugo Jorge Callizo que se encargó en el último minuto (minuto 89 según acta arbitral) de materializar el fenómeno del “dos en uno”, es decir de hacer dos goles en un minuto, siendo además este minuto el último minuto del partido.
La Huerta enmudeció ante su asombro y sintió los dos goles de Callizo, como si de dos frías puñaladas se tratara, haciendo muy dolorosa la derrota, que de manera increíble hacía pasar en el último minuto del partido, los tres puntos de las manos epilenses a manos galluranas.
Como reacción final, de nuevo en un intento desesperado se tiró de nuevo de la versatilidad de Adrián Master subiéndolo de nuevo arriba, luchándose hasta el último segundo para obtener al menos el empate. Pero el Gallur había “herido de muerte” al “león epilense” y ya no hubo tiempo de más.
Este resultado deja al Épila todavía como líder aunque menos consistente al haber sido encontrado “su talón de Aquiles” y salir derrotado de La Huerta, quedando ahora su imagen más vulnerable. Por el contrario, este resultado potencia a un Gallur que se coloca en la zona media de la tabla, y sube enteros en su imagen al haber vencido al líder en su propio terreno.

Desde estas líneas, solo me resta felicitar una vez más a todo el equipo epilense por el generoso esfuerzo demostrado una vez más en el campo, y a que piensen que las derrotas siempre son vísperas de victorias, y las victorias vísperas de derrotas, y que lo que importa es el aprender tanto de unas como de otras y seguir trabajando con humildad y confianza de cara los siguientes compromisos que tenemos por delante
Tampoco quiero terminar, sin manifestar mi felicitación al equipo gallurano por su excelente y trabajado triunfo en el campo del líder, porque una cosa son los deseos y otra la ética y el buen gusto.

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