El Épila resuelve con victoria el “partidazo” de la jornada contra el Montecarlo en La Huerta, y se afianza todavía más como líder indiscutible.

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El Épila resuelve con victoria el “partidazo” de la jornada contra el Montecarlo en La Huerta, y se afianza todavía más como líder indiscutible.
Fernando Rosel/directivo del C.F. Épila

El Épila 1º con (29, +21) recibía en La Huerta al Montecarlo como 2º clasificado con (24, +16). Los epilenses afrontaban este encuentro manteniendo su gran regularidad en la liga, con tan sólo una derrota y dos empates, además de ser el equipo más goleador y a la vez el menos goleado, mientras que los zaragozanos del barrio de Torrero-La Paz acudían a este encuentro con el más que aceptable registro de tan sólo dos derrotas y tres empates, y el segundo mejor golaverage “ex aequo” con el Brea.
El choque entre 1º y 2º clasificado, se presentaba en principio por razones evidentes, como el partidazo de la jornada, dilucidándose en el escenario de La Huerta, si el “gallo epilense” iba a seguir como gallo principal”, o si el “gallo montecarlino” iba a ser capaz de empezar a recortarle poderío al hasta ahora líder de la clasificación.

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Además equipos como el Brea, Utrillas y el JamónCalamocha, también “gallos del corral” aunque de momento “gallos menores”, iban a seguir de reojo el resultado de “la pelea principal” de la jornada, por si podían verse beneficiados.
Con estas coordenadas el encuentro se presentaba, pues, a priori con los ingredientes suficientes, como para asistir a un encuentro merecedor de ser visto con interés tanto por los incondicionales epilenses, como por los seguidores montecarlinos, e incluso por público degustador de buen fútbol regional, aun sin pertenecer a ninguna de las aficiones directamente implicadas en el encuentro.
El encuentro se celebró sobre el césped natural de “La Huerta”, que presentaba un buen estado, en una tarde con temperatura muy agradable y con una magnífica entrada en La Huerta, incrementada en esta ocasión por la coincidencia con la presentación de los equipos de fútbol base epilense.

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El equipo arbitral estuvo bien en líneas generales, mostrándose el colegiado principal del encuentro, Sr. Ramo Antón, sobrio en sus gestos, y con autoridad solvente en los momentos en que el partido empezó a volverse bronco, no dudando en los momentos en que tuvo que echarse la mano al bolsillo, para mostrar las cartulinas correspondientes.
En lo concerniente al primer acto del encuentro, el Épila salió queriendo el balón y jugando con cierta intensidad de cara a la portería rival, buscando ataques hacia la del rival, y ya en el minuto 3 el equipo epilense hace una bonita llegada a la portería visitante defendida por Marco, combinando velocidad y calidad del tridente AdrianMaster, El Duende Canario y Excelencias Vicente, que con regate seco en el área logra colocar el balón al palo largo del portero Marco, haciendo el uno a cero para el Épila, no pudiendo hacer otra cosa el portero montecarlino que la estatua.
En el minuto 9, el jugador del Épila El Duende Canario, entra en el área rival llegando casi hasta la línea de fondo muy próxima a la cepa del poste derecho de la portería de Marco, y casi sin apenas ángulo de tiro logra forzar un saque de esquina, en una jugada que olía a gol, lanzándose el saque de esquina sin consecuencias.
En el minuto 12, el jugador del Épila AdriánMaster corre la banda derecha, “hace el pase de la muerte” y en el mismo corazón del área logra atrapar el balón el portero visitante Marco, con una buena intervención neutralizando así un balón muy peligroso.
En el 13, es la Ardilla creator Diloy, tras una larga combinación entre varios jugadores del Épila, pone un balón muy peligroso que se pasea por delante de la defensa y del portero montecarlinos, sin encontrar rematador que lo pudiera enviar a las mallas zaragozanas.
En el 22, el jugador del Epila El Duende Canario, controla un balón algo lejos del área del Montecarlo, y ganando unos metros hacia la portería del equipo visitante, decide tirar fuerte pero su disparo sale por encima de la portería de Marco.
En el 25, AdriánMaster y El Duende Canario consiguen combinar otra buena jugada para el Épila, pero el balón enviado al segundo palo de la portería visitante no encuentra tampoco rematador, y sale a fuera de banda corriendo en paralelo y muy próximo a la línea de fondo.
Poco a poco, el partido empieza a equilibrarse en cuanto al dominio del balón y del juego, y en el minuto 29 es el Montecarlo quien pone a prueba al portero epilense El Gato Fabre, con una buena intervención.
El Montecarlo se va estirando poco a poco, y adelantando sus líneas consigue que el Épila ceda terreno, presionando y encerrando en ciertos momentos a los epilenses en su “corral”. En estos minutos finales de la primera parte, el Montecarlo domina el balón y, a balón parado, consigue crear cierta inquietud al equipo del Épila, pero las situaciones fueron resueltas con solvencia por la sólida defensa local.
La primera parte, acaba pues con el balón en el campo del Épila y el árbitro pita el final tras el lanzamiento de una falta directa peligrosa lanzada por el Montecarlo en las inmediaciones del área local, que se ejecuta sin que el balón consiga dirigirse entre los tres palos de la portería epilense defendida por el Gato Fabre.
El segundo acto del encuentro, comienza con un Montecarlo saliendo con más intensidad con la intención de neutralizar lo antes posible la ventaja con la que el Épila se marchó al descanso, y ya en el minuto-6 un potente y peligroso tiro del Montecarlo que levaba el veneno del gol, obliga al portero epilense El Gato Fabre a realizar una espectacular intervención, realizando uno de sus “casillazos”.
En el minuto 7, el Épila llega con una rápida y eficaz combinación hasta la portería de Marco. Allí el jugador del Épila, Excelencias Vicente, se “mete hasta la cocina” y cuando quiere encarar al portero del Montecarlo en la mismísima área pequeña es derribado por la defensa zaragozana, y el árbitro señala el correspondiente y clarísimo penalty.
La pena máxima lanzada por Gladiator Valdés, ejecutada con potente disparo ajustado al palo derecho de Marco y a media altura, es neutralizada magistralmente por el portero montecarlino Marco, realizando un auténtico “vuelo sin motor”.
A raíz de esta jugada, el Montecarlo se crece, se va hacia arriba, y en el minuto 8 obliga de nuevo al portero epilense El Gato Fabre, a realizar su segundo “casillazo” de la tarde, sacando un balón que se cantaba ya como gol.
El partido queda abierto, y el Montecarlo coge iniciativa de cara al ataque para conseguir la igualada, destacando todo el partido, pero especialmente en la segunda parte, el recital de buen fútbol del jugador montecarlino Alberto Montejo, creando y repartiendo juego de manera incansable y con una calidad excelente.
En el minuto 21, es el Épila quien por mediación de la velocidad del Galgo Dani, se planta en un mano a mano con el portero visitante Marco, que logra resolver a su favor dicho mano a mano.
Pero justo después de esta jugada, exactamente en el minuto 24, es cuando el partido se va a romper a favor del Épila. En una jugada entre el portero Marco y el jugador del Épila El Galgo Dani, el cancerbero montecarlino se enfada con el delantero epilense a la hora de disputarse entre los dos un balón dividido, y sin balón en juego, “pierde los nervios” y le lanza una patada, que el línea ve. El árbitro consulta al línea y tras llevar a cabo las aclaraciones correspondientes de su auxiliar, decide pitar la falta correspondiente y mostrarle la segunda tarjeta amarilla al portero Marco con la consiguiente expulsión, dejando a su equipo con un hombre menos y con el portero reserva bajo palos.
Tras las interrupciones derivadas de esta jugada, la falta en la vertical y al borde del área, es lanzada magistralmente por AdriánMaster, quien con tiro potente y muy bien colocado, hace el dos a cero para el Épila, dejando al portero en situación de estatua.
Así las cosas, el partido entró en una fase trepidante y bronca, viéndose un aguerrido Montecarlo que no se resignaba ante el marcador en contra, y un Épila que no fiándose de su oponente quería sentenciar el partido buscando el tercero, cayendo sucesivamente en el error del fuera de juego, bien practicado por la defensa montecarlina.
En el minuto-29, el jugador del Épila El Mono Esteban que había salido en la segunda parte, tiene una bonita actuación en el área montecarlina, ejecutando una espectacular chilena que obliga al portero Adrián a lucirse con una bonita palomita.
En los minutos finales, el Montecarlo perdió un poco los nervios y, en el último minuto del encuentro, sufrió la expulsión de otro de sus jugadores por doble amarilla.
Con esta nueva victoria, el Épila sigue afianzado en el primer puesto de la clasificación una semana más con (32, +23), dejando claro su buen momento de juego y su fortaleza como líder, mientras que el Montecarlo, pierde su segunda plaza a favor del Brea, bajando a la cuarta plazo con (24,+14).
Una vez más quiero enviar, desde esta crónica, mi felicitación a los técnicos del Épila por su buen hacer estratégico-técnico demostrado en este encuentro, y a todos y cada uno de los jugadores de su plantilla, por la excelente actitud y compromiso, que vienen demostrando en cada una de las convocatorias.
Y también al Montecarlo que, a pesar de su derrota, demostró ser un equipo con un buen nivel de fútbol, que justifica su excelente posición en la tabla, destacando de manera especial su jugador número 10, Alberto Montejo, al que felicitamos desde aquí por la gran calidad de juego demostrada en el césped de La Huerta.

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