Épila 2 Quinto 3
Fernando Rosel/directivo del C.F. Épila
El Épila líder, con 35 puntos y un golaverage favorable de (+27), recibía en La Huerta al Quinto 15º en la clasificación, con 13 puntos y un golaverage desfavorable de (-5).
El Quinto acudía al fortín epilense en posiciones de descenso, y sin tener nada que perder en La Huerta epilense frente al líder, por lo que se intuía iban a jugar su partido poniendo todo su empeño en ver si “sonaba la flauta”, contando con la motivación extra de jugar en casa del líder, y con una forma de juego que le hace ser uno de los equipos menos goleados del grupo.
El aliciente de este encuentro radicaba en que el Quinto como equipo ocupando posiciones de descenso, estaba obligado a intentar sumar para salir de la situación en la que se encuentra en la zona baja de la tabla, mientras que el Épila salía también obligado, como líder y además como local, a seguir sumando de tres en tres, para continuar con la privilegiada distancia de la que se encuentra respecto de sus más inmediatos seguidores y acabar, al final de este partido, en caso de victoria ya como campeón de invierno, a falta de dos encuentros para concluir la primera parte de la liga.
El encuentro se celebró sobre el césped natural de La Huerta que presentaba un buen estado, en una tarde con temperatura bastante agradable, y con una aceptable entrada.
El equipo arbitral estuvo bien en líneas generales, sin que se sus decisiones influyeran en el resultado final.
En lo concerniente al primer acto del encuentro, hay que señalar que el Épila salió con una alineación inhabitual especialmente en lo referente a su línea de cobertura (defensa y portería), que pronto empezó a manifestar inseguridades que hacían presagiar lo peor.
El Quinto vino a hacer su partido y se encontró con que el “león epilense” no era tan fiero como lo imaginaban, y viendo sus debilidades defensivas, supo sacar provecho enseguida de ello, adelantándose por primera vez en el partido en el marcador por mediación de Oscar Abós en el minuto.11, aprovechando un claro fallo en la cobertura epilense.
De manera inmediata, el Épila reaccionó y en el minto-16, se inicia una jugada por parte del Mono Esteban en banda derecha combinando muy bien hacia banda contraria con AdriánMaster que ganando la línea de fondo y ajustado a la cal, realiza el pase atrás y el central Sergio Pérez en el intento de sacar un balón peligroso lo introduce en su portería, poniendo el marcador en empate a uno.
A partir de aquí el Épila se asentó mejor en el terreno de juego y empezó a creer en la remontada, haciendo ataques más continuados hacia la portería del Quinto defendida por Mallor.
Sin embargo, la frágil línea defensiva epilense volvió de nuevo a ponerse de manifiesto, y en el minuto-25 el jugador del Quinto Víctor Pérez enviaba de nuevo el balón a las mallas epilenses, como consecuencia del lanzamiento de un saque de esquina, haciendo el uno a dos para su equipo.
A partir de este momento el equipo local se descompuso dando una imagen de fragilidad defensiva y de desorientación en ataque, que el Quinto supo ver y aprovechar muy bien.
El Épila muy nervioso e inseguro en defensa, atacaba con más corazón que cabeza, y como consecuencia de uno de esos encorajinados ataques, Gladiator Valdés dentro del área visitante, envía el balón a la cepa del poste derecho de la portería de Mallor, cuando ya se cantaba el empate.
La tónica durante toda esta primera parte no varió y el Épila siguiendo inquietando al Quinto arriba en ataque, e inquietando a la afición y al propio equipo por la fragilidad defensiva.
Y en este contexto, de lo que podía haber supuesto el empate a dos, en el minuto-36 en una de las entradas del Quinto en el área epilense, se comete penalti, y lanzado por Samba Ndiaye coloca el marcador en un inesperado uno a tres para el Quinto.
La primera parte no dio para más y la decepción se apoderó de La Huerta, que no se podía esperar este resultado. Efecto que los jugadores epilenses acusaron también psicológicamente, al verse en el final de la primera parte del partido con un resultado tan adverso.
En la segunda parte, el técnico epilense introdujo modificaciones importantes en la línea defensiva y el centro del campo, y el Épila salió con mucha intensidad en el intento elogiable de darle la vuelta al partido, pero como suele pasar en el fútbol los tres goles encajados en la primera mitad, pesaban como una losa en “la cabeza de los jugadores epilenses”, y esto unido a una buena actuación defensiva del Quinto, que jugó muy bien sin balón, hacían estériles todos los ataques locales.
Ya en el minuto-4, el Épila tuvo la ocasión de reducir la desventaja en el marcador, como producto de una falta directa que, en segunda jugada, el balón es muy bien sacado por la defensa del Quinto, cuando ya entraba ajustado a la cepa del palo izquierdo de Mallor.
El Épila siguió intentándolo hasta el final en un derroche de entrega y esfuerzo encomiable de sus jugadores, pero la losa psicológica de los tres goles seguía pesando demasiado y todo fue en vano. Los nervios de última hora, la fortuna del Quinto que tuvo en los postes a su aliado toda la tarde, y también hay que decirlo su alta intensidad a la hora de defender “con uñas y dientes” su ventaja ante el líder, hicieron imposible que el Épila pudiera ni siquiera empatar el encuentro.
Como premio a su insistencia y constante asedio a la portería del Quinto, que en la segunda mitad se dedicó a defender su resultado, en el minuto-89 el jugador epilense El Duende Canario haría el dos a tres definitivo, que solo servía para maquillar una dolorosa derrota.
A pesar de esta derrota, el Épila continúa líder a seis puntos del segundo clasificado, pero muestra muy bien a las claras que también tiene “su talón de Aquiles”, teniendo que reflexionar mucho sobre este partido, para no dejarse sorprender de nuevo aprendiendo de los errores.
No obstante, desde esta crónica, quiero dar mi felicitación por el esfuerzo y compromiso demostrado por todos los jugadores epilenses, en un encuentro que nos enseña a ser humildes a través del amargo sabor de la derrota, animando a toda la plantilla a que se reponga lo antes posible de este traspiés futbolístico, y puedan seguir dando de nuevo esas tardes de pasión y buen fútbol en La Huerta a las que nos tienen acostumbrados.
Y para terminar, también felicitar al Quinto por la excelente victoria conseguida en el campo del líder, que le sirve para intentar salir de la zona de descenso en la que se encuentran. Vino a hacer su partido, sus jugadores creyeron en ellos y “sonó la flauta”, pero no por casualidad, sino por méritos propios ante un rival que de “fiero león”, no pasó en la tarde de ayer de no ser más que un “voluntarioso pero inocente y mansurrón gatito”.